domingo, 31 de enero de 2010

Noroi: cuando haces el Iker Jiménez y muerdes mucho más de lo que puedes tragar

¿Os acordáis de mi propósito de Año Nuevo? Si es así, no me cabe duda de que lo daréis por incumplido, vista la amplia diferencia de tiempo entre la anterior entrada y esta. Pero tengo mis razones:

Algo así fue, pero sin la figurita de palo y sin tanta destrucción masiva. Por suerte, los capaces técnicos de la tienda en la que lo compré (nombre omitido para no hacer publi gratuita) fueron capaces de librarme del molesto bichito. Un cambio de antivirus y una pasada del mismo después (en la que detecté un virus potencial que se les escapó a los chicos de la tienda), mi ordenador está como nuevo o mejor, con menos programas que se cargan con el inicio del ordenador sin ser necesarios, y listo para volver a la refriega bloguera.

Y vuelvo al tajo con una película que tiene mucho en común con El proyecto de la bruja de Blair, y no poco con Ghostwatch. Es decir, periodistas magufos-pero-en-un-mundo-en-que-esas-cosas-existen, y naves del misterio que acaban encontrándose con misterios que amenazan con despedazarlas como en un tsunami de los gordos.

¿Quieres la verdad? ¡Tú no puedes soportar la verdad!

Desaparecido en extrañas circunstancias después de que la nave del misterio que pilotaba encontrara turbulencias.

Masafumi Kobayashi, nuestro protagonista.

domingo, 3 de enero de 2010

Feliz Año Nuevo con… Higurashi no Naku Koro Ni

Feliz 2010, queridos (y escasos) lectores, y espero que vuestra Nochevieja estuviera a la altura de las circunstancias. ¿La mía? Bien, gracias, junto a Doña Pitu, Herberwest y familia. Salvo por leves incidentes de celos con el perro en jefe del hogar, Bran, y un inútil derramamiento de uvas durante las campanadas por mi parte, la cena de despedida al 2009 discurrió sin problemas, aunque con mucha caspa, cortesía del especial de Año Nuevo que cocinó Televisión Española (los que lo visteis sabéis a qué me refiero), y algo de risas gracias a un posterior visionado de El jovencito Frankenstein… que tuvo que ser parcial, porque el sueño nos acabo venciendo a mí y a don Herber.

Y ahora que el año ha terminado de despuntar, vamos a ver si puedo hacer realidad mi propósito de año nuevo y darle más marcha al blog de la que tenía en los últimos tiempos. Y ya que el lema de toda la vida para este día es “año nuevo, vida nueva”, aprovecho este primer post del año para entrar en las hasta ahora intocadas (en este blog) aguas del manga y el anime, con una de las razones de que mis actualizaciones en otoño hayan sido mucho más erráticas.

A modo de presentación

Conocerles es amarles, os lo aseguro.

El elenco principal, cortesía de este blog.