jueves, 20 de octubre de 2011

Largo tiempo sin pegar sello, y con la de cosas que han pasado desde la última vez

Y no, no me digas que soy como Ortega Cano o Farruquito. Ni me he cargado a nadie, ni me he saltado el límite de velocidad.

Winterson, estás sacando este asunto de quicio. Vale que me puse al volante del coche patrulla estando mamado y me la pegué, pero eso no es motivo para volarme la cabeza.

No hay nada como proponerse una cosa en Año Nuevo para acabar haciendo justo lo contrario. A principios de 2011 me dije a mí mismo que ya iba siendo hora de dejar de ser tan errático con el blog, que tenía que actualizarlo con más frecuencia y darle más vidilla. ¿Resultado? Que desde el 20 de marzo este rincón del Internete tiene más telarañas que el parrús de la Duquesa de Alba antes de su reciente bodorrio. Y no, la causa no ha sido que la última de mis críticas provocara el quebrantamiento de mi espíritu; al menos, eso creo.