¡Buenos días, tardes, noches o momento del día concreto en el que me leáis! Espero que no se os haya hecho larga la espera de un nuevo post: con eso de mi trabajillo temporal (aunque bien pagado), la verdad es que no tenía espíritu para ponerme a darle a la tecla. Ahora que se me ha terminado el trabajillo temporal (aunque, recalco, bien pagado), y como ya no me noto tan terriblemente agotado (para eso habrá que esperar a que el paro me haya minado debidamente la moral), encuentro que éste es un momento bastante bueno para retomar mi análisis del Morrowind por la parte en la que lo dejé: la correspondiente a sus dos expansiones, que vienen de serie con el juego completo en la única edición oficial que puede encontrarse de él en la actualidad.
Sí hombre, para Juegos de Tronos estoy yo ahora
¡Un asesino menos! Quedan… uh… doscientos, decena arriba o abajo.