Pues sí, chicos y chicas, ya es Noche de Brujas, Samhain, o Halloween. Llamadlo como queráis, pero es una gran excusa para disfrazarse de monstruo, para ver películas (y jugar a juegos) de terror… y, sobre todo, para inaugurar un festival de cine dedicado al género. Hemoglozine 2012 por fin ha arrancado, y allí he estado yo para ver la inauguración como un plumilla más.
Lo cierto es que, como ya me pasó con la proyección de Quatermass And The Pit, llegué con un poco de retraso respecto a la hora prefijada para el comienzo, las siete de la tarde. Rock FM me hizo más llevadero el camino, y cuando al fin encontré aparcamiento cerca de Las Vías (y lejos de los odiosos “gorrillas”), me dirigí a la carrera hacia la entrada con los compases de Revolution todavía en mis oídos. Justo frente a la puerta, me pareció ver a unos chicos de aspecto… digamos que extraño, pero lo cierto es que iba con prisas y no me pude fijar mucho en ellos: tan sólo alcancé a echarles una foto antes de meterme en el vestíbulo del complejo de ocio. Ay, si la hubiera revisado tras tomarla…
“Pues sí que noto algo raro en estos jambos, pero no acabo de ver el qué”.